La Batalla de Tampico de 1829 a menudo nos hace pensar en un conflicto específico en el puerto contra el ejército español. Aunque esta información es técnicamente precisa, no refleja la imagen completa. La Independencia de México llegó a su fin después de una guerra de 40 días que se libró en el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz. Esta es la narrativa completa.
En una entrevista con EL SOL DE TAMPICO, Francisco Castellanos Saucedo, el cronista municipal de Altamira, compartió detalles históricos sobre cómo Tampico, Paso de Santa Cecilia, Altamira, Pueblo Viejo de Tampico y Tampico Alto participaron en la resistencia contra la invasión española del siglo XIX, impidiendo el avance del enemigo hacia el interior del país.
El comienzo del éxodo nos lleva a principios de agosto de 1829, cuando los habitantes del norte de Veracruz y el sur de Tamaulipas decidieron evacuar sus hogares ante la inminente llegada de los españoles, quienes buscaban recuperar el control colonial del territorio nacional.
Este éxodo tenía tres objetivos claros: proteger a las villas del peligro, privar a las tropas enemigas de suministros y evitar la participación de civiles en el conflicto armado. Según Castellanos Saucedo, desde el principio, la intención era librar una guerra exclusivamente entre ejércitos.
La emigración masiva, que consistía en aproximadamente entre ocho y diez mil personas, se dirigió a la Hacienda del Chamoy, una zona alejada de Altamira, cerca de los límites con el actual municipio de González.
Según el Gobierno de México, el 29 de julio de 1829, el militar español Isidro Barradas Valdés desembarcó en Cabo Rojo, Veracruz. El ejército extranjero estaba compuesto, según estimaciones del cronista de Altamira, por entre dos mil quinientos y tres mil soldados.