La zona norte de Veracruz ha sido testigo de un aumento en las manifestaciones debido a la falta de agua, y los residentes del municipio de Naranjos y áreas circundantes han bloqueado carreteras en busca de la intervención del gobernador Cuitláhuac García para resolver este problema persistente.
Ayer, los habitantes de esta región, ubicada a 120 kilómetros de Tampico, bloquearon la carretera conocida como la “carretera vieja,” cerca de la cabecera municipal de Naranjos, así como los accesos desde Tampico en el kilómetro 22, en el punto conocido como La Maquiladora y La Redonda. Además, bloquearon las entradas y salidas a comunidades y rutas alternas, como Cervantes, El Naranjal y Kilómetro 24, que lleva a municipios serranos como Chinampa, Tamalín, Tantima y Chontla. Hoy, han extendido su protesta a la caseta de la autopista Tampico-Tuxpan, causando inconvenientes a miles de automovilistas y transportistas que buscan circular entre la zona norte de Veracruz y el sur de Tamaulipas.
Luciano Martínez Jiménez, residente de la cabecera municipal de Naranjos, expresó: “Estamos desesperados, no tenemos agua y nadie nos presta atención; hemos tenido que tomar esta medida para ver si el gobernador Cuitláhuac se conmueve y nos brinda una solución.” La población se abastece de agua de un vaso de captación conocido como Río del 6 o Cervantes, el cual ya no es suficiente, ya que durante al menos ocho meses al año enfrentan escasez de agua.
Los residentes exigen la presencia del gobernador Cuitláhuac García para abordar este grave problema y han afirmado que mantendrán el bloqueo hasta que el gobernador visite la zona y ofrezca soluciones. Han transcurrido más de 27 horas desde que comenzaron las manifestaciones, y aún no se han alcanzado acuerdos con la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) ni con el alcalde. La comunidad insiste en que solo la intervención del gobernador es aceptable.
En el lugar de la protesta, se encuentra personal del Grupo de Intervención de Seguridad Pública Estatal para prevenir incidentes violentos, y también se ha contemplado la posibilidad de un desalojo. El cierre de carreteras y autopistas ha generado pérdidas económicas considerables para diversas empresas de transporte de carga y pasajeros, así como inconvenientes para miles de usuarios que no pueden viajar por la zona norte debido a las manifestaciones.